ACTIVIDADES DE APOYO-GRADO DÉCIMO
TERCER PERIODO
Bebés-bomba
En todas las
esquinas, delante de todos los semáforos, en medio de todos los trancones del
tráfico de Bogotá, se agolpa una muchedumbre. Niños que limpian a la fuerza los
vidrios de los carros; ancianos de muleta que piden limosna casi en silencio;
vendedores de flores del páramo, de mandarinas, de papayas; desechables
drogados que amenazan con una varilla de
hierro; hombres cetrinos de corrosca con un letrero en un cartón que explica que son desplazados de la
violencia; muchachos y muchachas vestidos de colores que ofrecen tarjetas de
teléfono, tableros de jugar a las damas, servilletas de fique (…), y mujeres
gordas que cargan un bebé. Desde detrás de los vidrios cerrados de los carros
blindados, inmovilizados en el atasco, las señoras burguesas se ponen en
guarda, sobre todo, contra estas mujeres que cargan un bebé, que por lo visto
son particularmente peligrosas.
-¿Por qué?- se
pregunta uno-. ¿Son bebés-bomba?
-No. Pero los
alquilan para pedir limosna. Pobres bebés.
Pobres bebés, sí:
cómo empiezan la vida. Y cómo siguen la vida esos niños de 5 años que limpian
vidrios a la fuerza, sin que les den una moneda; y esos adolescentes que
intentan en vano vender panelitas de miel; y esos hombres desesperados de
letrero; y esos miserables, desechos ya por la vida, que se acercan blandiendo
una varilla, tan peligrosa como un bebé. Pero, el letrero, la varilla de
hierro, el bebé de alquiler son herramientas de trabajo. Sin ellas, no
comerían.
No son sólo tullidos
y ancianos casi sin voz los que piden limosna en los semáforos para tener con
qué comer. Sino también hombres sanos y fuertes, mujeres en la flor de la edad,
jóvenes que muestran su agilidad y su destreza en juegos de malabares y
piruetas de circo, y que, para comer, son capaces hasta de tragar fuego. Y que
hay en las calles tantos tullidos y tantos viejos y tantos desechables drogados
con pegante dice mucho de este país: el abandono. Pero que haya tantos
muchachos fuertes y saludables mendigando dice todavía más: la agresión. Otros
se defienden de la agresión: atracan, roban relojes, asaltan bancos, se meten
de guerrilleros o de paramilitares, salen por la mañana a buscar lo del diario
para que coman la mujer y los niños, llevando entre dientes un c cuchillo como
una herramienta de trabajo. Es el rebusque. No sé que digan las falaces
estadísticas oficiales que publica el gobierno, pero salta a la vista que por
lo menos la mitad de la población colombiana vive del rebusque.
Y el rebusque tiene
más consecuencias perniciosas que las
que saltan a la vista. No es sólo el mal vivir, el horrendo vivir de la mitad
de la población de este país. Es además la
zozobra en la que se sume la vida de la otra mitad: el miedo al varillero, el
miedo al secuestrador, el miedo al bebé del semáforo. El rebusque no sólo es improductivo, sino
además es destructivo. No sólo no da ganancias, sino que produce pérdidas. El
rebusque no es sólo el ardiente clavo de la salvación, sino, sobre todo, la
puntilla final de la aniquilación. Y ese rebusque que nos destruye tiene la
particularidad perversa de que no es el
resultado de un cataclismo de la naturaleza, inesperado e inevitable, sino que
es el fruto deliberadamente madurado de
la política adelantada, desde hace decenios, por las clases dirigentes de este
país. Simplificando: por los que están detrás de los vidrios de los carros
blindados inmovilizados en el atasco del tráfico. Una política criminal. Pero,
además, una política suicida. Una política que acaba por matar a todos. (…)
Antonio Caballero,
revista Semana, No. 1015,
15-22 der octubre de
2002, pág. 122.
Según el comentario anterior:
1. ¿Cuál es el propósito del autor, es decir, qué es lo que pretende?
2. Transcriba una frase con la que esté de acuerdo y otra con la cual no
esté de acuerdo. En cada caso, explique porqué.
3. ¿Cómo podría sustentar que Antonio Caballero cumple con las condiciones
que se exigen de un comentarista?
4. Escoja uno de los siguientes
temas para que desarrolle un comentario. Tenga en cuenta las pautas estudiadas
en clase:
·
La intolerancia entre
los colombianos.
·
El proceso de paz en
nuestro país.
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